miércoles, 30 de noviembre de 2011
Este es el recorrido que hago cuando tengo que entrenar.
Salgo de mi casa, que esta en calle Fray Angélico, callejeo hasta llegar a la calle Jose Calderon, que es la principal de campanillas y que llega hasta la barriada donde entreno, Santa Rosalia, giro a la izquierda y callejeo hasta llegar a calle de Itaca, donde se encuentra el campo de fútbol.
jueves, 17 de noviembre de 2011
miércoles, 16 de noviembre de 2011
jueves, 10 de noviembre de 2011
Zinedine Zidane
http://es.wikipedia.org/wiki/Zidane
Zidane es mi idolo futbolístico tanto por lo que hacía dentro del campo como jugador, que era elegante y para mi el mejor de todos los tiempor, como fuera del campo con sus obras a la sociedad y sobre todo a su país de origen, Argelia.
Zidane es mi idolo futbolístico tanto por lo que hacía dentro del campo como jugador, que era elegante y para mi el mejor de todos los tiempor, como fuera del campo con sus obras a la sociedad y sobre todo a su país de origen, Argelia.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Entradas de compañeros en las que he comentado
Raquel Caballero http://mrchachi.blogspot.com/2011/11/el-debate-de-rubalcaba-y-rajoy-quien-ha.html?showComment=1320910846323#c5983040970180083608
Tiscar Fonseca http://tiscar-httphttpnoticiasinteresantesbl.blogspot.com/2011/11/dia-de-los-enamorados-14-febrero.html?showComment=1320911389327#c6644233775136827655
Nuria Gutiérrez http://nuriagr92.blogspot.com/2011/11/viaje-isla-de-creta-grecia.html?showComment=1320911733374#c9057291283512067553
Tiscar Fonseca http://tiscar-httphttpnoticiasinteresantesbl.blogspot.com/2011/11/dia-de-los-enamorados-14-febrero.html?showComment=1320911389327#c6644233775136827655
Nuria Gutiérrez http://nuriagr92.blogspot.com/2011/11/viaje-isla-de-creta-grecia.html?showComment=1320911733374#c9057291283512067553
martes, 8 de noviembre de 2011
Un asteroide gigante pasará esta noche cerca de la Tierra
ASTRONOMÍA | Descubierto en 2005
Un asteroide gigante pasará esta noche cerca de la Tierra
Recreación de un asteroide pasando cerca de la Tierra. | AGE
- Pasará a unos 300.000 kilómetros de la Tierra, pero no es peligroso
- Podrá verse con prismáticos desde la Península Ibérica al anochecer
- Existen 1.200 asteroides que pueden colisionar con el planeta
Rosa M. Tristán | Madrid
Actualizado martes 08/11/2011 10:48 horas
Según sus datos, hasta dentro de 100 años no existe riesgo real de que pueda colisionar con el planeta, lo que causaría un desastre equivalente al de 65.000 bombas atómicas. De hecho, se cree que fue un impacto de este tipo el que acabó con la vida de los dinosaurios y otras muchas especies hace 65 millones de años y la posibilidad de que algo así vuelva ocurrir es uno de los asuntos que más preocupan.
En este caso, el Asteroide 2005 YU55 ha salido de la lista del programa de detección de asteroides peligrosos de la NASA, donde hay registrados 1.200 objetos potencialmente peligrosos, pero aún así será estudiado al detalle por astrónomos de todo el mundo, para conocer a fondo su órbita y poder prever su comportamiento en el futuro.
El Asteroide 2005 YU55. | NASA
Hallazgo del asteroide
Este objeto fue descubierto en el año 2005 por Robert S. McMillan en el Observatorio Steward, Kitt Peak (Universidad de Arizona) y después fue observado de nuevo el año pasado gracias al telescopio de Arecibo, lo que permitió averiguar que pasará a unos 300.000 kilómetros de la Tierra, algo más cerca de lo que está la Luna. "No se sabe si es de hierro, de carbono o silicio porque no hay un espectro, pero estará lo suficientemente lejos como para que no resulte atraído por la gravedad terrestre. Sin embargo, no se sabe qué puede pasar en próximos encuentros, y por ello hay que prestarle atención", explica el astrónomo rumano canadiense Ovidiu Vaduvescu, que trabaja en el Isaac Newton Group, dentro del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).Vaduvescu es uno de los promotores del proyecto Euronear, una iniciativa europea encaminada a observar asteroides potencialmente peligrosos, una investigación liderada hasta ahora por Estados Unidos. "Europa no ha invertido ni un euro en este tema y por ello, con Euronear, queremos iniciar el camino, para lo que necesitamos unos 10 millones de euros", apunta el astrónomo.
Y es que para descubrir asteroides es necesario invertir en instalaciones, que es lo que pretende Euronear: crear una red de dos telescopios de dos metros de diámetro, uno en cada hemisferio, con cien noches al año de observación.http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/03/ciencia/1320347418.html
El volcán despierta el histórico fantasma de los 'noviembres negros' de El Hierro
Desde Valverde a La Dehesa; pasando por el Mocanal, Guarazoca, Isora o San Andrés... Rara es la calle o el comercio donde no se hable del volcán submarino del Mar de las Calmas y de sus posibles consecuencias nefastas para la economía de la isla.
El herreño se plantea la duda alejado de alarmismo, pero también huyendo de los paños calientes o el optimismo sin base. Tampoco se creen las promesas de las autoridades hasta que no las vean hechas realidad ante sus ojos.
"El Hierro estaba funcionado por el turismo: el buceo, las playas, la pesca... Si esto se hunde... ¿Quién va a querer acercarse a una isla si no se puede ir al mar?" se escucha un pequeño bar de Frontera donde tres debatientes sacan una conclusión conjunta antes de acabarse su 'barraquito': "Esperemos que esto se solucione pronto".
Juana, una anciana de El Pinar, la población más cercana al desalojado pueblo de La Restinga, adopta una visión más empírica: "Cuando no se sabe qué va a pasar en el futuro, hay que mirar al pasado". Lo malo es que para ella, hablar de problemas en El Hierro y en pleno mes de noviembre no es plato de buen gusto. Aún recuerda cómo décadas atrás, éste era conocido como el "mes del hambre". "El peor mes del año. Las abuelas contaban cosas que erizaban sobre los 'noviembres negros'", rememora.
La paternidad literaria del término es de Juan Antonio de Urtusáustegui, un ilustrado tinerfeño que visitó la isla de El Hierro en 1779 como gobernador de Armas, y regresó posteriormente en 1785. Impresionado por las calamidades que sufría la marginada isla canaria, escribió 'Diario de un viaje a la isla de El Hierro'.
En sus páginas, imbuidas por el espíritu del Reformismo Ilustrado, Urtusáustegui narra cómo la isla poseía una sociedad austera, donde las familias, tanto las ricas como las pobres, aspiraban a ser autosuficientes: producir su propia comida y confeccionar su vestimenta y objetos de labranza y pastoreo.
Por este motivo, el penúltimo mes del año sólo acarreaba problemas a los herreños del siglo XVIII, XIX e incluso comienzos del XX, tal y como también recoge Carlos Quintero Reboso en su obra 'El Hierro, una isla singular'.
El motivo era sencillo: en noviembre la fruta ya se había acabado, no quedaban papas ni gofio, la mayor parte de los animales aún no habían dado a luz a nuevos cachorros y todavía no se había matado al cerdo. Demasiados 'peros' para esa sociedad autosuficiente donde el comercio interior y exterior estaba muy limitado por las condiciones geográficas, los oficios escasos y las profesiones relacionadas con la sangre o la muerte (caso de los carniceros y los enterradores) eran consideradas "viles".
Este hecho obligaba a los herreños a agudizar el ingenio y recurrir a las raíces del helecho y al gofio de creces, elaborado con la fruta de la haya. Todo ello cuando el año había sido generoso en lluvias. Si por contra la isla había sufrido sequía, el panorama se tornaba desolador.
Así lo explica Urtusáustegui: "Negó la tierra a esos miserables aquellas yerbas silvestres que alimentan un poco, y echaron mano de las que jamás hubieran oído pudieran servir de alimentos al hombre, y muchas de ellas ni aun a los animales, tales eran conejera, amapola, carcosa, la flor de habas y otras semejantes, que cocinaban reduciendo los restos a pequeñas bolas: de este modo caídos de ánimo y sin vigor alguno, inflado el cuerpo, y en particular el vientre, parecían más bien monstruos que esqueletos, ni vivos, difuntos".
A día de hoy, parece poco probable que alguien vaya a pasar hambre en El Hierro por culpa de las erupciones submarinas. Pero sí numerosas dificultades en su día a día. Por eso los afectados por la crisis sísmica y volcánica esperan que los paquetes de ayudas directas prometidas por los políticos no caigan en saco roto o se queden empantanados en la burocracia.
Mientras tanto, y hasta que el magma no aporte nuevas noticias, los herreños seguirán a sus labores, esperando volver a la normalidad cuanto antes, como bien narraba otro célebre historiador canario, José de Viera y Clavijo: "Los herreños son como su propio país: duros, sanos y fecundos. Tienen los cuerpos bien fornidos, son blancos y rubios por lo común, frugales, sobrios, laboriosos y de natural compasivo; los hijos no les son una carga. Los vicios de otros pueblos más civilizados no han corrompido sus costumbres".http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/08/espana/1320750084.html
El herreño se plantea la duda alejado de alarmismo, pero también huyendo de los paños calientes o el optimismo sin base. Tampoco se creen las promesas de las autoridades hasta que no las vean hechas realidad ante sus ojos.
"El Hierro estaba funcionado por el turismo: el buceo, las playas, la pesca... Si esto se hunde... ¿Quién va a querer acercarse a una isla si no se puede ir al mar?" se escucha un pequeño bar de Frontera donde tres debatientes sacan una conclusión conjunta antes de acabarse su 'barraquito': "Esperemos que esto se solucione pronto".
Juana, una anciana de El Pinar, la población más cercana al desalojado pueblo de La Restinga, adopta una visión más empírica: "Cuando no se sabe qué va a pasar en el futuro, hay que mirar al pasado". Lo malo es que para ella, hablar de problemas en El Hierro y en pleno mes de noviembre no es plato de buen gusto. Aún recuerda cómo décadas atrás, éste era conocido como el "mes del hambre". "El peor mes del año. Las abuelas contaban cosas que erizaban sobre los 'noviembres negros'", rememora.
La paternidad literaria del término es de Juan Antonio de Urtusáustegui, un ilustrado tinerfeño que visitó la isla de El Hierro en 1779 como gobernador de Armas, y regresó posteriormente en 1785. Impresionado por las calamidades que sufría la marginada isla canaria, escribió 'Diario de un viaje a la isla de El Hierro'.
En sus páginas, imbuidas por el espíritu del Reformismo Ilustrado, Urtusáustegui narra cómo la isla poseía una sociedad austera, donde las familias, tanto las ricas como las pobres, aspiraban a ser autosuficientes: producir su propia comida y confeccionar su vestimenta y objetos de labranza y pastoreo.
Por este motivo, el penúltimo mes del año sólo acarreaba problemas a los herreños del siglo XVIII, XIX e incluso comienzos del XX, tal y como también recoge Carlos Quintero Reboso en su obra 'El Hierro, una isla singular'.
El motivo era sencillo: en noviembre la fruta ya se había acabado, no quedaban papas ni gofio, la mayor parte de los animales aún no habían dado a luz a nuevos cachorros y todavía no se había matado al cerdo. Demasiados 'peros' para esa sociedad autosuficiente donde el comercio interior y exterior estaba muy limitado por las condiciones geográficas, los oficios escasos y las profesiones relacionadas con la sangre o la muerte (caso de los carniceros y los enterradores) eran consideradas "viles".
Este hecho obligaba a los herreños a agudizar el ingenio y recurrir a las raíces del helecho y al gofio de creces, elaborado con la fruta de la haya. Todo ello cuando el año había sido generoso en lluvias. Si por contra la isla había sufrido sequía, el panorama se tornaba desolador.
Así lo explica Urtusáustegui: "Negó la tierra a esos miserables aquellas yerbas silvestres que alimentan un poco, y echaron mano de las que jamás hubieran oído pudieran servir de alimentos al hombre, y muchas de ellas ni aun a los animales, tales eran conejera, amapola, carcosa, la flor de habas y otras semejantes, que cocinaban reduciendo los restos a pequeñas bolas: de este modo caídos de ánimo y sin vigor alguno, inflado el cuerpo, y en particular el vientre, parecían más bien monstruos que esqueletos, ni vivos, difuntos".
A día de hoy, parece poco probable que alguien vaya a pasar hambre en El Hierro por culpa de las erupciones submarinas. Pero sí numerosas dificultades en su día a día. Por eso los afectados por la crisis sísmica y volcánica esperan que los paquetes de ayudas directas prometidas por los políticos no caigan en saco roto o se queden empantanados en la burocracia.
Mientras tanto, y hasta que el magma no aporte nuevas noticias, los herreños seguirán a sus labores, esperando volver a la normalidad cuanto antes, como bien narraba otro célebre historiador canario, José de Viera y Clavijo: "Los herreños son como su propio país: duros, sanos y fecundos. Tienen los cuerpos bien fornidos, son blancos y rubios por lo común, frugales, sobrios, laboriosos y de natural compasivo; los hijos no les son una carga. Los vicios de otros pueblos más civilizados no han corrompido sus costumbres".http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/08/espana/1320750084.html
Miénteme... Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy
http://www.elmundo.es/elecciones/elecciones-generales/2011/mienteme/debate.htmlEsa vieja sentencia del mundo del periodismo que aconseja que no dejes que la realidad te estropee una buena noticia —o un gran titular— es la que muchos buscábamos para el denominado debate que se celebró anoche, en el 'Canal R' (el de Rajoy y Rubalcaba), en ese partido retransmitido por la Academia de TV.
Debatirse, según el diccionario de la otra Academia (la Real de la Lengua, no la de Campo Vidal), significa, en su forma más o menos reflexiva —porque depende del medio y las circunstancias—, luchar resistiéndose, pero también esforzarse. Y digamos que Rubalcaba hizo honor al eslogan de su campaña, de pelear por lo que quería, y Rajoy se esforzó y debatió entre aguantar el tirón o entrar al trapo de las provocaciones de su adversario.
El atleta de los 100 metros lisos en 11 segundos cuyo ataque resistió Rajoy durante los 100 minutos que duró el llamado debate, con una mezcla de paciencia y condescendencia (o altivez, dirán sus detractores), que por momentos exasperó al candidato socialista, que pasó de controlar sus gestos, más o menos acompasados, durante el primer tiempo del partido, a moverse más, colocarse (el nudo de la corbata, la chaqueta…) y descolocarse a medida que pasaba el tiempo. Como 100 fueron también los 'académicos voluntarios' de la TV a los que apeló el moderador, del mismo modo que mencionó a no sé qué internautas y grupos sociales —pues no se mostró ni oyó a ninguno—, y hasta habló en italiano y portugués.
Sin embargo, no le explicó al español de a pie por qué se estaba haciendo un debate por el pueblo, para el pueblo, pero sin el pueblo (o al menos todo el pueblo) y con un gasto de medio millón de euros por no querer debatir en esa televisión pública que los de Rubalcaba premiaron y los de Rajoy criticaron por falta de pluralismo. Y no sé si 100, pero desde luego más de tres fueron los «datitos» (como los calificó Rubalcaba), con los que el 'logos' y la razón de Rajoy trató de amortiguar el 'pathos' de la emoción y sentimiento de su contrincante, quien incluso aprovechó para referirse a «mis convicciones» en el tiempo de descuento. Había que hacerle un placaje a los 5,2 puntos de Alemania, los 9,8 de Francia y hasta los 920.999 visados de obras del colegio de arquitectos con los que Rajoy quiso contestar a Rodríguez… ¡Uy, perdón, a Pérez Rubalcaba, que en quién estaría pensando!
Debatirse, según el diccionario de la otra Academia (la Real de la Lengua, no la de Campo Vidal), significa, en su forma más o menos reflexiva —porque depende del medio y las circunstancias—, luchar resistiéndose, pero también esforzarse. Y digamos que Rubalcaba hizo honor al eslogan de su campaña, de pelear por lo que quería, y Rajoy se esforzó y debatió entre aguantar el tirón o entrar al trapo de las provocaciones de su adversario.
El atleta de los 100 metros lisos en 11 segundos cuyo ataque resistió Rajoy durante los 100 minutos que duró el llamado debate, con una mezcla de paciencia y condescendencia (o altivez, dirán sus detractores), que por momentos exasperó al candidato socialista, que pasó de controlar sus gestos, más o menos acompasados, durante el primer tiempo del partido, a moverse más, colocarse (el nudo de la corbata, la chaqueta…) y descolocarse a medida que pasaba el tiempo. Como 100 fueron también los 'académicos voluntarios' de la TV a los que apeló el moderador, del mismo modo que mencionó a no sé qué internautas y grupos sociales —pues no se mostró ni oyó a ninguno—, y hasta habló en italiano y portugués.
Sin embargo, no le explicó al español de a pie por qué se estaba haciendo un debate por el pueblo, para el pueblo, pero sin el pueblo (o al menos todo el pueblo) y con un gasto de medio millón de euros por no querer debatir en esa televisión pública que los de Rubalcaba premiaron y los de Rajoy criticaron por falta de pluralismo. Y no sé si 100, pero desde luego más de tres fueron los «datitos» (como los calificó Rubalcaba), con los que el 'logos' y la razón de Rajoy trató de amortiguar el 'pathos' de la emoción y sentimiento de su contrincante, quien incluso aprovechó para referirse a «mis convicciones» en el tiempo de descuento. Había que hacerle un placaje a los 5,2 puntos de Alemania, los 9,8 de Francia y hasta los 920.999 visados de obras del colegio de arquitectos con los que Rajoy quiso contestar a Rodríguez… ¡Uy, perdón, a Pérez Rubalcaba, que en quién estaría pensando!
lunes, 7 de noviembre de 2011
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